viernes, 28 de octubre de 2016

UN MOMENTO




¿ESTAS SOLA O TE SIENTES SOLO?.

Claro normalmente te sientes mal. No sabes por qué.
Pues no eres la única /o somos muchas y la mayor parte lo pasamos mal: no sabemos con quién hablar a quién contárselo es como admitir que te puedan tildar de loca, débil, no tiene derecho a lo mismo que el resto de las personas, en todo caso notas y sientes que te miran con desdén con conmiseración, quizás oyes pobre está trastornada no es capaz de aguantar la vida, que poca o estas sangre, etc.
Pues bien NO ESTAS SOLA. Somos muchos perdidos en ese bosque del que parece imposible salir, pero no es cierto: SI SE PUEDE.
Te dices mañana; mañana voy a tal sitio, haré esto o aquello. Pero después de no dormir y  aunque en la cama te sientes como si estuviese en el seno materno, que más quisieras, continúas .Eso sí, no haces más que pensar cual es la razón de todo ello y no haces más que hundirte un poco más en tus pensamientos que son una escalera de caracol sin ningún destino
NO HAY RAZONES.
Nueva desesperación y más pastillas que te adormecen y atontan un poco más.
Pues lo más importante es que perteneces a esa legión cada día más amplia de “perdidos”. No encontramos esos caminos que para otros parecen claros y definidos.
Pero  como he dicho si quieres no estás sola. Por ejemplo aquí tiene otro loco e inadaptado.
No te conozco, ni tu a mí, una ventaja para que podamos hablar sin problemas como: ¿qué pensará, se ,lo dirá a mi vecina a mis amigos o compañeros, NO ya que desconozco quien eres y donde estás y además y muy importante no me importa ni te lo voy a preguntar. Tu nombre una ventaja puedes elegir el que siempre has deseado, si quieres.
No estoy pegado al ordenador todo el día, ya que normalmente tampoco tengo a nadie. Pero podemos compartir soledades o lo que quieras.
Hace poco tuve ante mí un gran problema que aún no he digerido. Verás un amigo mío que no suelo ver, ya que además, no es de mi cuidad me llama por teléfono ya que no vivimos en la misma ciudad. Como sé que tiene ciertos problemas, en principio no le di más importancia, pero a medida que íbamos hablando iba notando matices en sus palabras que eran cuando menos raras. En varios momentos me decía que siempre me había tenido en mucho aprecio y seguidamente hacía referencia a que quería saludarme y despedirse.
Llegados a este punto le hice varios símiles de que hay momentos que debemos superar, y todas esas cosas que dices para quitar hierro al tema y tratar de saber  ante qué problema podía encontrase y de qué manera podían ayudarle, dentro de mis también mermadas posibilidades y la frialdad e impersonalidad que el teléfono te da.
Pues bien, empezó a referirse a un percance que había tenido con una persona con la que yo estaba y él había participado con su presencia. Le quité hierro al asunto y le comenté que lo entendía en función de sus situación personal en aquellas fechas y que  por mi parte, aunque me había dolido por la otra persona y por su sin sentido actuación.
Pero aquello fue el principio para luego referirse a su vida personal y relación con sus hijos e hijas y su desdichada vida. De aquí pasamos a hablar que la vida es dura e inexplicable y que tenía la idea de sobrar en todos los sitios, molestar, etc.
En cierto momento volvió a decir que no aguantaba más y que se despedía de mí. En este momento algo se revolvió dentro de mí y comencé haciendo alusión a que algunas decisiones no solucionan nada y sola dejan pendiente todas nuestras interrogaciones sobre la vida, la cual cambia incluso a pesar nuestro.
Fue entonces cuando me dijo que ya no había vuelta atrás, pues lo que había hecho no tenía remedio por la distancia y el tiempo transcurrido. Os podéis imaginar mi situación, qué hacía, podía, debía, mi cerebro hervía en ideas y pensamientos, en personas cercanas a él, pero como era de esperar en mi cabeza tenía un folio en blanco, pero si hacía algo cada vez era más imperioso ya que su voz se iba quebrando, desvaneciendo y desvariando. Yo paseaba arriba y abajo hablando y dando razones que se rebatían y no querían ser oídas. En ese momento odié el teléfono.
Bueno parece que se me encendió una luz y recordé que tenía el teléfono de uno de sus hijos, que por cierto estaba a tres mil kilómetros de distancia pero él sí podría contactar con sus otros hermanos y hermanas más cercanos, para que pudieran hacer algo
Dicho y hecho, le di una disculpa y que le llamaba enseguida yo, aunque el muy truhan me apunto que en base a sus conocimientos si pretendía hacer algo ya no habría tiempo.
Con esa cantinela le deje e hice lo pensado llamé a una persona  (un hijo) y le comenté que pensaba que su padre estaba pasando una situación muy crítica y que debían intervenir de manera inmediata. Me quede un tanto extrañado de sus contestación: mi padre ya está haciendo una tontería de las suyas  y liando a la gente. Yo le insistí que a pesar de su opinión me parecía importante que avisase a los más cercanos. Me saludo, y dio que ya se ocupaba y que gracias. Pasaron unos minutos que me parecieron horas.
Al cabo de unos cuarenta y cinco minutos suena el teléfono y con gran alivio oigo la voz de mi amigo.
¿Tú has hecho alguna llamada?, es lo primero que me dice.  Me han dicho los de la ambulancia que tengo muy buenos amigos que se preocupan por mí.
¿Qué tal estás?.
Bien, parece ser que por culpa de algún chivato. No he calculado bien el tiempo de los saludos y ya han llegado los cuervos y la caballería. Ya están dando órdenes, estoy harto.
Continuamos hablando un rato y se despidió de mí con un “ya nos veremos y hablaremos los dos”.
El tiempo fue angustioso y la congoja supongo que sería compartida.
Esto no se entiende, ni se siente cuando estás en esa posición.

La moraleja es que en su momento no lo tienes en cuenta, te pillen cuando te pillen, aunque no te despidas de nadie.

Hasta aquí una vivencia.
Si en algún momento te encuentras en una situación similar no nos conocemos pero puedes contar siempre con alguien.
En el caso de estar sola o solo disfruta de esa soledad o comparte tus preocupaciones con las personas que hemos pasado por situaciones similares. Somos muchas y muchos
Un abrazo y puedes llamar.

Espero que algo sirva.

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