Un breve comentario sobre la conferencia que
ha realizado D. Iñaki Zuazo en el centro de mayores de Leioa, patrocinada por
Arscavi.
Comenzó puntualmente a la hora prevista con
un aforo de unas 32 personas. Don Ricardo Fuentes tomó la palabra y después de
hacer una breve introducción nos presentó al ponente.
Efusivamente el profesor Zuazo nos invitó a ser piratas, revolucionarios. Cuando planteamos algo distinto a lo que todos dicen y/o creen se nos toma como revolucionarios; así cuando alguien dijo que la tierra era redonda, y todos creían que era plana, fue revolucionario. Galileo dijo la Tierra no era el centro del universo y los planetas giraban en torno al Sol, fue revolucionario, y así podríamos citar muchos más ejemplos.
Se nos plantea
que debemos pensar por nosotros mismos, que realicemos un ejercicio de
introspección.
Debemos
reflexionar para poder crecer y vivir una vida plena y propia, sin que nadie ni
nada nos influya para ello.
Nos
describió la línea que ha seguido el arte desde el renacimiento hasta nuestros
días, formada por tres puntos de inflexión o puntos de vista del autor. La
evolución del arte según Ortega y Gasset es de una simplicidad notoria.
Desde 1.400 hasta 1.970 es el renacimiento, el realismo quien acapara el arte. Se pinta lo que se ve, el aspecto físico, de las formas, siguiendo los códigos realistas de la perspectiva, el volumen, la semejanza y las proporciones. Esta etapa dura unos 500 años.
El realismo se agota y hay que ver más allá, hay que experimentar nuevas técnicas, nuevos rumbos. Se cambia la mirada y se dirige hacia dentro del ser humano donde se encuentra lo subjetivo. De ahí surge el arte vanguardista que dura 70 años.
A partir de
1970, cuando con el minimalismo se pone fin al arte de
vanguardia, se pierde el rumbo de profundización en la conciencia, seguido
hasta entonces y llega la decadencia y el sinsentido del arte.
El arte cambia
de dirección por el cambio de mirada. El profesor Zuazo nos plantea esa mirada
al interior desde el desarrollo del arte. El arte y la vida están conectados
por la conciencia.
Estos
movimientos los comparamos con una cebolla. En la superficie se está viendo la realidad,
“lo físico”, se mira hacia afuera, después esa mirada se convierte en
subjetiva, o lo que es lo mismo se introducen dentro de la cebolla. Pero queda
aún un punto al que no se ha llegado ni mirado: el centro, el corazón de la
cebolla, al que podemos identificar con un ojo y donde ubicamos "la
conciencia". Esta es la que nos hace darnos cuenta, poner atención, mirar
a otro lado. Existe un problema a partir de aquí, ya que no podemos mirar hacia
el interior del propio ojo. Un ejemplo sería una linterna que puede alumbrar
cualquier lugar excepto a sí misma.
La
realidad del ser humano está formada por el plano físico y por el plano
subjetivo pero, como dice Agustín García Calvo, la realidad no es todo lo que
hay, hay algo más, lo más importante: ese núcleo de la conciencia, esa “Nada
que es Todo”, objeto final del arte según Oteiza.
Para terminar nos señala la frontera entre la realidad y esa Nada, el contacto entre lo visible y lo invisible…El AHORA. Es donde tenemos que poner atención, para descubrir otra visión del mundo y de nosotros mismos. La actitud para ello: ser “Piratas”, salirse de lo convencional, poner duda a todo.
Gracias Iñaki, nos vemos dentro de 15 días.
Para terminar nos señala la frontera entre la realidad y esa Nada, el contacto entre lo visible y lo invisible…El AHORA. Es donde tenemos que poner atención, para descubrir otra visión del mundo y de nosotros mismos. La actitud para ello: ser “Piratas”, salirse de lo convencional, poner duda a todo.
Enrique y Manu
Lo has hecho Manu, eso es lo importante. Paso a paso se hace el camino y seguro que encuentra algún compañero de viaje.
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